Atocha 1977 por Silvestre García
Después de una jornada de trabajo y de vuelta a casa, el ruido del metro y el tren mezclado con el murmullo constante de la gente, iba dando los últimos «hachazos» a una novela que recomiendo sin ningún género de dudas. De camino a casa devoré los últimos párrafos, jugué con las luces que porfiaban con la penumbra de la noche cerrada y dejé atrás toda realidad, sumergido en una historia que me atrapó desde el principio.
De Atocha 1977 podría destacar muchas cosas, pero sobre todo me quedo con la sutileza narrativa de mi compañero Silvestre. La agilidad con la que salpica de símiles elegantes toda la trama, hace la lectura amena y ligera. Los personajes te atrapan desde el principio y son introducidos en la historia real con mucho tacto y rigor.
En menos de una semana he devorado una historia llena de algo muy especial y digno de agradecer, un trabajo exhaustivo de documentación y una imaginativa genial.
Desde aquí felicitar humildemente a Silvestre García y recomendar a todos mis seguidores y lectores su novela. Enhorabuena compañero, te deseo lo mejor.