Trabajo intenso
Frente a un mural amarmolado y con el nombre del gran Quevedo, mis ojos y mis dedos memorizaban y recopilaban ayer un sin fin de datos de documentación para la nueva novela, la cual va tomando forma poco a poco.
Recogido en la gran Biblioteca Nacional de España, el silencio confundía mi interior y como siempre que voy, la paz inunda mi alma mientras escribo o leo. Durante 4 horas disfrute como un enano y por un instante curiosamente me vi velado por un curioso acompañante, al mirar hacia el techo de la sala general de la biblioteca atisbé en su bóveda alargada el escudo de mi adorada Andalucía, azar o simple destino.
En fin, la nueva historia va cobrando sentido y cada vez mi mente se llena de más ideas para poder volver a cautivar a mi «pequeño» círculo de lectores con otra enigmática y adicta fábula.
Los pasos del fin será algo más que una novela…..