He hicimos caso…..no lo tuvimos

En primer ligar debo decir que ni soy un crítico especializado y mucho menos nadie para juzgar el trabajo de esta obra, pero si dar mi pequeño punto de vista sobre lo visto ayer en el Teatro Infanta Isabel. No puedo poner ni una pega a los actores que representaron con bastante naturalidad las tres historias que Eduardo Aldan nos quiso regalar llenas de miedo y tensión. Cierto es que las situaciones en sí no dieron para mucho.

No me considero para nada un hombre valiente, pero si difícil de asustar y más en casos como estos. Casi todas las historias ya las conocía, pero claro, siendo seguidor de Iker Jiménez, era de esperar. Aun así, si quiero destacar por encima de todo la excepcional colaboración en este proyecto de un maestro de ceremonias como José Lifante (junto a Eduardo Aldan en la foto)126200_ndice_12 , su voz a veces quebrada y llena de matices tétricos con sus selectos toques de humor dentro de la tensión creada, fue digno de ver. Lástima que todo lo dicho por él al principio de la ceremonia no se llevara a cabo. Pongo como ejemplo el hecho de que nos dejara caer durante la sesión de que no nos fiáramos del espectador que tuviéramos a nuestro lado, pues podría no ser quien pareciera. Fue el único momento de tensión real creado, que al final cayó en agua de borrajas.

Las historias mezcladas con ciertas dosis de realidad y mezcladas también con el famoso incendio que hubo en el Teatro Infanta Isabel allá por 1909, dio un toque añejo y sutil al evento.

Como dice la cabecera de este artículo y sintiéndolo mucho por Eduardo Aldan con el que disfruté como un enano con su «Espinete no existe», solo puedo decir que el miedo en esta nueva aventura del director , tampoco existe. No os perdéis nada si no vais.

Óscar Lamela Méndez

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