La actualidad de nuestro mundo está pasando por una oscuridad tan densa como la esperanza de nuestro país a que en algún momento alguien gobierne esta locura. Entre los asesinatos en estados unidos, las violaciones en los San Fermines y el despropósito general de la sociedad mundial, parece ser que no solo el calor afecta al cuerpo sino también a la mente.
Siglo XXI, parece mentira que a estas alturas sigamos jugando con verbos que parecen ecos del analfabetismo fundado en épocas pasadas. ¿Como puede haber gente que se alegre de la muerte de un ser humano? Y no hablo de el maldito racismo que ha causado este fin de semana la muerte de varios afroamericanos o de la muerte de varias personas en un bar de homosexuales a manos de un homófobo hace unas semanas . Hace un tiempo escribí contra todo aquel que deseaba o le daba igual la muerte de un toro, pero de la misma manera no entiendo a aquel que se alegra de la muerte de un torero. Voy a ser muy claro, no me alegro de la muerte de estos hombres, pero reconozco que tampoco me da pena. Es la vida que han decidido llevar y no la comparto, pero por ello no podemos caer en la más absoluta deshumanización de nuestros corazones. Para mi no hay ser vivo que no merezca un respeto, salvo aquellos monstruos que se hacen llamar humanos y matan, violan o torturan a personas y animales. Esos no son más que escoria.
Esta locura debe parar. No soy creyente, pero hay veces que desearía un puto diluvio mundial que mandara a tomar por culo a todo aquel que no merece ser tratado como ser humano. Gracias a lo que sea, en contadas ocasiones me canso de ser humano y doy todo por perdido, pero la tontería me dura muy poco. Al ver imágenes como la de ese niño portugués que consuela a un adulto francés por perder la final de una eurocopa, ver como la gente lucha por sus vidas o se deja la suya en ayudar a los demás. Madres y padres coraje, gente anónima que aporta su granito de arena en la lucha contra el cáncer de cualquier manera: comprando un libro, vendiendo pulseras en los taxis o cuidando como enfermeros y enfermeras de sus pacientes que en algunos casos llegan a ser más que eso. Eso es el ser humano. Somos más que el puro egoísmo cuando alguien nos dice que nos quiere y no puede vivir sin nosotros, somos la belleza de momentos en los que dos personan se unen amorosamente o cuando escuchamos por primera vez el llanto de nuestro recién nacido. Somos lo que debemos ser….la única esperanza de supervivencia.
Por favor, si en algún momento de vuestras vidas os vais dejar llevar por los impulsos descontrolados de vuestros corazones, que sea por decir un <<Te quiero>> a alguien, por dar un abrazo a alguien que ves desvalido o simplemente por y para ayudar a todo aquel que lo necesita. La vida esta llena de momentos, no dejemos que los más oscuros ocupen la memoria interna de nuestra alma de aquí a que demos el paso al otro lado.
VIVE Y DEJA VIVIR….Friedrich Von Schiller
Óscar Lamela Méndez