Reseña y Presentación de «Te encontré en el desván» de Miguel Ángel Zambrano García
No sé si en alguna ocasión os ha pasado algo parecido, a mi sí, y cada vez que me ocurre es como una pequeña bendición cósmica. Cuando me siento un poco atascado en alguna de las lecturas que rodean mi loca cabeza, aparece sin esperarlo una de esas joyas que yo suelo llamarlas particularmente: «Tesoros escondidos». Así podría catalogar a «Te encontré en el desván» de Miguel Ángel Zambrano. Os contaré un poco la historia y como surgió todo esto: Gracias a Támara López, amiga a la que cada día le debo muchas cosas en este mundo literario, pero sobre todo, brindarme la posibilidad de conocer su gran corazón, me ofreció la oportunidad de presentar a un hombre, un escritor, pero sobre todo la historia de una familia.
«Te encontré en el desván» es la historia real de un hombre, un padre, un abuelo basada en sus diarios, que puede ser el de cualquiera de nosotros que luchó por su familia con todo lo que tenía (un enorme corazón) por sacar adelante a su familia incluso antes de que fuera un hombre adulto. En plena guerra civil, como hijo ayudó a su madre viuda y sus hermanos con tesón y amor en el pueblo extremeño Fuente del maestre. A la edad adulta la posguerra y el servicio militar le quitó lo poco que tenía y tuvo que luchar por sacar adelante a una familia que empezó a forjar con el amor más puro que nace entre un hombre y una mujer. La emigración a otras ciudades de la península con los bolsillos vacíos, las penurias, las calamidades y sobre todo mucha hambre y pobreza, fueron las piedras en el camino que un hombre decidido y valiente hizo sus armas para sacar a su familia adelante con una mujer que fue la piedra angular de su esperanza. Dos personas que a día de hoy a mí me han hecho creer en la humanidad a través de la deliciosa, tierna, sencilla y directa forma de escribir de Miguel Ángel.
Una vez que terminé el libro (os lo puede afirmar el escritor), le di las gracias encarecidamente por permitirme el lujo de conocer a su familia a través de su abuelo. Un hombre que a pesar de su avanzada enfermedad (el Alzheimer), luchó hasta el último momento por no olvidar su vida e inculcar a los suyos esos valores que hoy en día son tan necesarios para sentirte una persona realizada.
La «minigira» madrileña que este autor extremeño nos ha ofrecido, le llevó primero a Vallecas, donde lo presentó estupendamente mi amiga Támara López y la afluencia de público fue un éxito como puede verse en las siguientes imágenes.
Rodeado de los suyos, de toda esa inmensa familia de los Zambrano, cuyas anécdotas, curiosidades y sobre todo afirmaciones sobre todo lo escrito por el autor, llenó el alma de cada uno de nosotros con las vivencias que no os voy a contar, porque creo que merecen ser leídas en un libro tan bonito. Como bien dijo uno de los hijos y tío del autor: <<Este es un libro que los jóvenes de hoy en día deben leer, para que se den cuenta de que la vida no fue ni es tan fácil>>. Sobre todo ahora que podemos estar al borde de una tercera guerra mundial.
Particularmente, debo decir que ver allí a la hija mayor del abuelo de Miguel Ángel fue impactante para mi. Joaquina es la mayor de siete hermanos y la que vio todo lo que su padre y su madre hizo por ellos. Esos ojos contándote de primera mano lo que escribió con tanto amor el escritor, es algo que no se me olvidará tan fácilmente.
La presentación fue una acogedora tertulia familiar en la que privilegiadamente fuimos invitados algunos desconocidos. Al igual que la del día siguiente me tocó a mi hacer en la emblemática Biblioteca Pública Municipal Eugenio Trías (Casa de fieras) del parque de «El buen Retiro». Con menos afluencia, pero con una sorpresa inesperada para el autor de dos amigas suyas de Zaragoza, un momento muy entrañable.
Personalmente traté de hacerle llegar al público presente lo que personalmente me trasmitió Miguel Ángel con su novela y destacar nuevamente los valores que se leen en ella, la humildad y humanidad que esta sociedad de hoy en día está perdiendo. Parece ser que solo la guerra o la posguerra, hace que los seres humanos se den cuenta de lo que tienen y de lo valioso que puede llegar a ser el ayudarnos unos a otros no solo para ser mejores personas, sino también la esperanza de este mundo tan jodido.
Evidentemente, no puedo dejar de lado la impresión tan fuerte que me causó el ver delante de mí los diarios de Miguel Ángel Zambrano (abuelo). Escritos de su puño y letra, algunos amarillentos y raídos por el paso de los años, pero conservando la magia que tan sabiamente nos ha dejado su nieto en este libro tan hermoso. Para colmo la enfermedad dificultó el trabajo del autor por la deteriorada escritura, pero ahí estuvo ese gran hombre, sin dejar de escribir su historia hasta que ya no pudo más…Una imagen reflejada en esta novela que te deja helado.
Ayer cerró su gira en la Casa de Extremadura de Leganés a la que no pude asistir, pero según lo visto en sus redes también fue un éxito con la presentación del escritor de la localidad madrileña Jesús Fersán.
Desde este pequeño y humilde rincón de sueños, quiero dar las gracias de nuevo a Miguel Ángel por darme la oportunidad de darme a conocer sus orígenes y conocerle personalmente. Ha sido para mí un placer el haberte presentado y ayudado en todo lo posible. Te deseo muchísimos éxitos porque has heredado el gran corazón de tu abuelo y te mereces todo lo bueno que te pase, como a él.
Un precioso homenaje a una vida que para mí particularmente tiene una nota de 9 sobre 10. Enhorabuena.
Óscar Lamela Méndez
Ainsss, si es que eres lo más bueno que pisa la tierra. Tú también te lo mereces todo 🙂
Pues anda que tú..