Reseña de «Fuego y sangre» de George R. R. Martin
Los que vais conociendo mis reseñas, sabéis que no son al uso y si tengo que hacer una sobre Poniente, más aún.
Los seguidores de «Canción de hielo y fuego», sobre todo ellos, más que los espectadores de «Juego de tronos», saben que esta nueva novela es independiente de la saga original y no por ello menos atractiva. Aquí nos metemos de lleno en la historia de la casa de los dragones, Los Targaryen.
Los acontecimientos que se citan en esta extensa historia están escritas por el archimaestre Gylday de la Ciudadela de Antigua por lo que apenas hay diálogos. Es el primer volumen del linaje de la familia de reyes más famosa de Poniente y transcurre tras la «huida» de la antigua Valyria de los Targaryen. Una maldición cayó sobre la mítica ciudad y desapareció para siempre. Aegon I y sus dos hermanas Visenya y Rhaenys, se asientan en la isla de Rocadragón junto a sus temibles dragones. Desde allí Aegon I empezará a forjar su leyenda y se le apodará El Conquistador y el primero de una serie de reyes que unificó los siete reinos de Poniente, por entonces gobernados por las siete casas que todos conocemos de la saga del trono de hierro. Dicho trono, como todos sabéis, sería forjado con todas las espadas de los soldados caídos en la conquista del primer Rey Targaryen, Aegon I El Conquistador.
A lo largo de casi novecientas páginas, el viejo Martin nos cuenta las luchas, no solo de los herederos del dragón con el resto de los reinos, sino llegado el caso, entre sus propios familiares. Es una novela en la que evidentemente es imposible quedarse con los miles de personajes que salen en ella, pero si con todos los reyes que sacudieron Poniente con el fuego de sus dragones y la sangre valyria. Esta última, como tradición familiar, hacía que los parientes más cercanos contrajeran matrimonio entre ellos mismos para conservar la pureza de su linaje y a consecuencia de ello les llevara a la guerra contra el resto del mundo que consideraban esas costumbres una aberración impulsada por la religión de aquellos tiempos, regida por el Septon supremo de la época, padre de la fe y Voz de los siete en la tierra… Los dioses de Poniente.
Esta claro que tras contemplar el linaje Targaryen, es imposible contar mucho más de todos ellos sin hacer una reseña de diez páginas, por ello os destacaré varios de los personajes y criaturas que a mi más me han impactado de esta historia, que por cierto, estoy deseando ver en HBO próximamente.
De los hombres, destacaría, por supuesto al creador de todo este linaje, Aegon I El Conquistador, no solo por conseguir unificar y conquistar los siete reinos, sino por su forma de hacerlo, como los gobernó luego y creó todas las leyes y puestos del reino. En segundo lugar, al mas impactante, cruel y sanguinario rey de toda la historia de Poniente, al menos para mí, Maelor I, apodado evidentemente como El Cruel. Tras la muerte de su hermano Aenys I sus pocos años de gobierno fueron llevados por su desconfianza hacia todos, su sangre fría para tomar decisiones drásticas y la locura que lo rodeaba. Además, a lomos del dragón más impresionante que he leído jamás, Balerion El terror negro, heredado de su padre El Conquistador. Y en tercer lugar a Jaehaerys I, El conciliador, el rey más longevo en su mandato y el más prolífico en cuanto a herederos, ya que tuvo trece hijos; un rey bueno, justo y realmente preocupado por su reino y sus vasallos…por desgracia, sus hijos e hijas no salieron como él. No podemos olvidar al jocoso y satiro bufón del reino Champiñón, un enano con mala lengua que contaba lo que le venía en gana sobre los secretos más escabrosos y sexuales de todos los que vivían en la corte.
De las mujeres de esta historia me quedo con las dos hermanas y esposas de Aegon I antes comentadas, tan diferentes como audaces, Visenya y Rhaenys. En segundo lugar, la reina que conquistó mi corazón, Alysanne apodada La bondadosa, puro amor y sacrificio por sus hijos, además de una experta casamentera, pieza fundamental en la fusión de reinos y familias en pos de la paz.
De los dragones, me quedo con el antes mencionado Terror negro (Aegon I y luego Maegor I), Vemithor (Jaehaerys) y Fuegoensueño de Rhaena Targaryen. Sin olvidar a Caníbal, un dragón indomado y que se comía los cadáveres de otros dragones.
A pesar de ser un libro extenso, las historias de algunos personajes se esfuman muy pronto y el autor las sesga rápidamente con una muerte inesperada. En alguna que otra ocasión, me ha dado pena, pues el personaje parecía tener un futuro prometedor.
Las guerras y conflictos son impresionantes y si encima vienen muchas de ellas ilustradas por más de ochenta imágenes, el libro gana en riqueza visual e imaginativa para el lector. Las descripciones de lugares, reinos, palacios, vestuario de personajes y sobre todo, la crudeza con la que se remarcan las muertes, asesinatos y torturas de algunas escenas son bastante duras y a mí, particularmente me dan envidia por la imaginación del autor americano.
Lo que más pena me dio durante la historia es como poco a poco van cayendo los dragones por culpa de sus jinetes y una especie de maldición que hace que poco a poco desaparezcan, con la ayuda «inestimable» también de los enemigos del reinado valyrio.
Este libro acaba en el reinado de Aegon III, Veneno de Dragón, en cuyo mandato fue donde perecieron los últimos dragones y como se demuestra que en realidad, la casa cuyo lema es «Fuego y sangre» no son nada sin sus dragones… a pesar de su destreza en combate y sus alianzas. Digamos que con ellos se ahorraron muchos años de guerras.
En resumidas cuentas, una historia apasionante. Llena de intrigas, pasiones, traiciones, combates, venganzas, amores y todo ese popurrit que tan suculento éxito ha ido acumulando el bueno de George con el paso de los años. Yo estoy deseando que salga la segunda parte del reinado y debacle de los dragones en poniente con la muerte de Aerys II, El rey loco a manos del Matareyes y la de su hijo Rhaegar Targaryen a manos de Robert Baratheon en el Tridente.
Mi puntuación de es 8’5 sobre 10.