Reseña de El último morisco de Diego Ramos

¿Conocéis esa sensación que provoca un autor cuando tiene la capacidad de teletransportarte con su prosa a un lugar en milésimas de segundos y sentir que no solo estas, sino que respiras y hueles lo que te rodea? Pues creo que esta es la única forma que tienen mis humildes dedos de teclear algo parecido a los que hace mi querido amigo Diego Ramos cuando juega con las palabras y las convierte en poesía.

No, no os confundáis. No vengo a hablaros de un poemario, aunque en más de algunas de las páginas de esta novela histórica te de la sensación de que las frases bailan sobre un compás melódico lleno de estilo y clase. ¿Pomposo? Me da igual los comentarios ajenos, escribo simple y llanamente las impresiones que Diego a provocado en mi al leer El último morisco.

Podemos y lo haremos un pelín más adelante, el adentrarnos en el majestuoso y titánico trabajo que este hijo de inmigrantes franceses nos ha regalado. Si queréis conocer algo más de él, os dejo por aquí un enlace de su web y por supuesto, la entrevista que tuve el placer de hacerle hace ya más de un año y que por ella, tuvo la bondad de regalarme este precioso libro.

https://diegoramos.net/sobre-mi/
Página oficial de Diego Ramos

Por falta de tiempo y las mil cosas que quiero llevar adelante en mi vida, esta lectura se ha alargado demasiado en el tiempo, eso sí, os aseguro que no ha sido por aburrimiento. Era necesario recrearse en los escenarios descritos con tanta precisión por el autor y la infinidad de detalles históricos que solo hacían enriquecer una y otra vez la lectura y su trama principal de la que vamos a hablar ahora.

Cogemos nuestro De Lorean particular y nos vamos a 1556 en plena Alpujarra granadina, donde hasta entonces, convivían con cierto resquemor, moriscos y españoles. Aunque en realidad los primeros son los llamados Nuevos españoles o conversos. Esa tensión, con el paso de los años se ve atenuada por el movimiento otomano a través del Mediterráneo y el ataque constante en las costas españolas de corsarios berberiscos. Por ello, Felipe II proclama una sanción a todo aquel converso que utilice su idioma natal e incluso sus costumbres por el hecho de erradicar antes de tiempo un posible rebelión.

Finalmente, sin mayor sorpresa alguna, ya que el ser humano es así de predecible, la guerra explota y coge de por medio a dos personajes que serán los protagonistas de esta historia. Khalíl, un morisco que ama por encima de todo a su familia y lo único que quiere es vivir en paz a pesar de los continuos roces con su padre. Por el otro lado, Dídac, catalán que se ve envuelto en un sin fin de aventuras o más bien desventuras para poder sobrevivir después de haber intentado entrar en el ejército.

Lo curioso de estos dos personajes es que no se conocen prácticamente hasta la mitad de la novela, mientras el autor va contando sus hazañas y desgracias que son muchas. El sufrimiento que se describe con tanta crudeza en diferentes momentos de la vida de ellos y los que le rodean, no es para nada gratuito. Aquí se refleja la verdadera crueldad humana cuando hay un conflicto bélico de por medio y que hoy en día tratan las televisiones por todos los medios de edulcorar mostrando cuatro casas destruidas y personas emigrando a otros países de acogida.

Aquí la sangre y la muerte esta presente en cada rincón y la continua tensión que viven los protagonistas por sobrevivir, la haces tuya. Y eso es gracias al valor y el respeto que Diego a querido mostrar por todas las víctimas de aquel conflicto, que como todos, nadie gana.

Evidentemente, cabe destacar el gran trabajo de documentación que el autor ha desarrollado durante la historia y fusionándola con maestría alrededor de sus personajes para que no pareciera un simple libro de texto. Diez años de investigación avalan esta obra. Por otra parte, quiero apuntillar un par de cosas que me han chirriado un poco. una es el hecho de que no he llegado a conectar o más bien, creerme al cien por cien la amistad de Khalíl y Dídac, supongo que por aquello que dije antes de que se conocieron a mitad del libro…y qué manera de conocerse. Sin embargo, la dureza del libro hace que e muchos momentos lo pases muy mal por los protagonistas y en especial por Khalíl, que para mí es el que lleva todo el peso de la historia y al que más putea Diego.

En resumidas cuentas, queridos amigos, la novela histórica no es aburrida si se cuenta con la capacidad innata que tiene Diego Ramos para hacernos volar con la imaginación y la belleza de su prosa. No pienso desvelaros nada más que un secreto…esta novela merece ser leída y estudiada.

Mi más sincera enhorabuena, querido amigo.

Mi puntuación es de 8,5 sobre 10.

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