Reseña de Coraje, Las malas decisiones de Patricia Martín Rodríguez
No os imagináis las ganas que tenía de tener en mis manos esta segunda y última entrega de la historia creada por Patricia Martín Rodríguez. Como ya os conté la biografía en la reseña de la primera entrega de Coraje de la autora canaria y no me gusta repetirme, os dejaré por aquí el enlace directo a la entrevista que tuve el placer de hacerle hace cosa de tres meses y en la que me lo pasé genial, no solo por conocerla, sino por la masterclass que nos dio sobre dibujo y su forma de estructurar y crear un cómic.
Dicho esto y antes de dar paso a la reseña, os quiero informar que el próximo día 7 de mayo a las 19:30 horas en la península ibérica, tendremos de nuevo con nosotros a Patricia para hablarnos de Coraje, Las malas decisiones, que está en plena promoción y acaba de salir del horno de la editorial Drakul. Desde aquí, de nuevo y a título personal, quiero agradecerles inmensamente la oportunidad que me han dado para disfrutar no solo de su increíble catálogo, sino de brindarme la oportunidad de conocer a Patricia.
Primera edición: abril 2024
Autor: Patricia Martín Rodríguez
Rústica con solapas. 17 x 24 cm
Blanco y negro. 144 páginas
PVP: 15,34 euros (15,95 euros IVA
incluido)
ISBN: 978-84-126619-6-5
BIC: FXA
THEMA: XAML
Después de los acontecimientos vividos en la primera entrega de esta historia, Jonay y sus nuevos «compañeros de juegos», Cho y Airam, deciden seguir probando en el mundo de los chanchullos de medio pelo, pero lo que no esperan es que, precisamente el título de esta secuela, los pondrá en una tesitura tan extrema que no solo sus vidas serán las que corran peligro. Nada de lo que haces, por mucho tiempo que pase, puede borrarse y ese pasado que todos creemos que se convierte en bruma, termina reapareciendo tarde o temprano como la tormenta perfecta.
Con este segundo cómic, Patricia vuelve a demostrarnos que su trabajo no consiste solo en contarnos una historia y pasar por ella de puntillas con sus dibujos. La acción sigue siendo clave para marcar el ritmo de la trama y lo principal de todo, desarrollar a sus personajes y dotarnos a los lectores de las claves esenciales para empatizar con Jonay y los suyos, a pesar de que no son buenas personas y sus decisiones los llevan por el peor camino posible. He aquí, cuando Patricia saca toda la artillería y nos clava un cuchillo envenenado de incertidumbre en el costado y por la espalda más un puñal directo al corazón.
No os voy a decir más, solo os puedo asegurar y ella lo confirmará en su día, que la tuve que escribir en cuanto cerré el cómic porque no me podía creer ese final y no asimilaba lo que pasaba. La tensión ejercida a mi subconsciente y el debate interno que creó en cierta escena, me hizo reflexionar muy mucho sobre ciertos temas tan importantes como el amor, la amistad, la determinación, la influencia ajena, el miedo a perder y sobre todo el CORAJE.
En el apartado meramente artístico y «dibujil», quiero destacar de nuevo el arte mangaka que corre por las venas de Patricia y que refleja con tanta soltura y habilidad en esta historia. A tinta, como debe ser dibujado este género y con una tipografía en los diálogos, bocadillos y estructuras de páginas totalmente original y trabajado exhaustivamente con un cariño inmenso, la narrativa fluye sin decoro y nos golpea con tanta celeridad que como no te controles, te bebes el cómic de una sentada…que es lo que me pasó a mí.
¿La pega? Que ya no sabremos más de Jonay, Cho y el loco de Airam. Sí, es lo único que puedo destacar negativamente de esta historia, porque os debo de confesar que esto, para mí, ha sido el preludio de algo que podría ser más grande, pero a parte de que hay que respetar la decisión de la autora, debemos destacar el amor que ella el tiene a este género que no se casa con nadie y que es una de las mejores características del manga: las historias tienen un final y de nada sirve estirar un chicle que no tiene más goma. Insisto, para mí esta historia, egoístamente, tiene más chicha o yo la necesito. Eso creo que es un punto a favor de Patricia y le aguardo un futuro increíble si decide seguir disfrutando de este hobby, que para mí, puede llegar a ser su profesión.
Enhorabuena, querida Patricia. Te deseo todo lo mejor y espero que algún día coincidamos para que me hagas esas caricaturas o dibujos tan chulos con los que firmas tus cómics.
Mi nota es de 8 sobre 10.