Reseña de «Fin de guardia» de Stephen King
La cosa como veis va de trilogías, o más bien de cerrarlas. En esta ocasión, os voy a hablar de la tercera y última entrega de MrMercedes o como otros la han catalogado: Trilogía de Bill Hodges. En esta ocasión voy a ser muy directo, y no sabéis lo que me duele decir esto, sobre todo porque voy a criticar a mi adorado y venerado DIOS DEL TERROR. «Fin de guardia» es sin duda la culminación de una trilogía que poco a poco ha ido en decadencia. «Mr mercedes» me apasionó muchísimo, pues ver a King metido de lleno en una novela policíaca, me pareció una pasada, sin embargo, creo que ha ido nadando contracorriente hasta el final de la misma.
Como algunos ya sabéis, «Mr Mercedes» tiene su replica serial en la pequeña pantalla, incluso se ha renovado para una segunda temporada… a ver cuando se dignan a traerla a España. Y eso que la estoy buscando subtitulada y no la encuentro. Bueno, que me voy por los montes, el caso es que la saga empezó muy, muy bien y poco a poco ha ido decayendo. Esta tercera novela nos trae de nuevo al personaje malvado principal del primer libro, pero de una manera «diferente» (no quiero spoilear a nadie que no se haya leído la primera aún). Ahí es precisamente dónde radica la originalidad de esta historia y como King desmenuza su cerebro para contar una historia fresca y nueva, pero que a veces peca de un poco fantasiosa. Aunque hay que admitir que el control mental está comprobado, al menos en los círculos más conspiranoicos. Yo creo en ello, solo diré dos palabras: MK Ultra.
King, por otro lado, ha conseguido que ame a un personaje tan carismático y especial como el agente retirado Bill Hodges y por supuesto a sus dos «Ayudantes»: Holly y Jerome. Me gustaría extenderme un poco más en la trama, pero es que si lo hago, finalmente voy a joder a los que no se hayan leído los dos primeros libros. Bueno, si habéis llegado hasta aquí, dejad de leerme. Aunque tampoco destriparé mucho más allá de lo necesario.
Esta historia gira alrededor de una de las problemáticas existentes hoy en día entre los jóvenes y no tan jóvenes por desgracia: Los suicidios. Si ya de por si, no quiero ni imaginarme lo que tiene que ser llegar a ese extremo mental en el que consideras que tu vida ya no vale nada, para dejar este mundo y a todos los seres queridos que te rodean, pues imaginaos si alguien os incita a hacerlo metiéndose en vuestra cabeza y por medio de un simple y sencillo videojuego. ¿Una locura? Sí, pero solo a la altura y la categoría del gran maestro del terror.
Lo que más me atrae de esta saga es la profundidad de los personajes, pero en especial ese odio tan característico del villano sobre el héroe y a aquí, a pesar de su condición actual, que se las apañe para intentar joderle la vida hasta el último aliento. Si lo analizamos bien, debe ser terrorífico el hecho de que te controlen y tu seas participe del apoderamiento de tu cuerpo sin poder hacer nada para evitarlo.
Como bien apuntó un amigo mío hace unos días, la novela pierde un poco de fuelle a mitad de la misma y se hace un poco pesada, perdiendo el aliciente de la batalla entre le bien y el mal, que tan magistralmente cierra al final en el desenlace.Parece ser que soy un poco mas retorcido que King, pues esperaba que me diera una leche descomunal con un giro brutal de la trama, pero bueno, no le ha quedado mal para cerrar el círculo.
Brady Hartdfield, el malo de la saga (que antes no lo he dicho), personalmente, se come al resto de personajes. Soy un apasionado de los villanos y éste, y su obsesión por joder la vida de los demás, es desquiciante y divertida a la vez. Imaginar a un personaje mientras lees, dentro del cuerpo de otro, ha sido una experiencia cojonuda y salpicada con sutileza por la «maldad» del escritor.
En definitiva, una trilogía válida y divertida, pero creo que llena de muchos altibajos.
Mi puntuación sobre esta novela es de 7 sobre 10.