Reseña de «Árzen I La encantadora de bestias» de P.J. Llorente
Ha pasado mucho tiempo, no puedo recordar cuánto, pero si sé cual fue el último mundo que visité a través de mis ojos y del que aún espero noticias. Patrtick Rothfuss se está haciendo de rogar. El caso es que por culpa de un inquieto y estupendo ser humano de Alcorcón, hoy os voy a hablar de nuevo de un género que abandoné, y no por gusto, la fantasía.
«Árzen I La encantadora de bestias» es la obra primigenia de P.J.Llorente, uno de esos seres que tiene la capacidad de transportarnos a un mundo nuevo, en el que la magia es tan necesaria. Por desgracia, hoy día ella solo existe entre las hojas de un papel o las películas, pero al menos tenemos plumas como la de este escritor para disfrutar de un mundo diferente y lleno de los viejos conceptos del género fantástico y mezclado con maestría en una coctelera de todos los clásicos que ama el autor y algunos de los que leemos.
Este libro se compone de muchas cosas y todas ellas nos hacen recordar con añoranza viejas historias. Como bien destaca el autor en sus presentaciones, Árzen tiene pinceladas de Tolkien, Rowling o el mismísimo Toriyama. Durante más de quinientas páginas, disfrutaremos de infinidad de personajes y criaturas en un mundo creado de la nada por P. J y en el que destacan su capacidad descriptiva de los lugares más hermoso del planeta y la magia que lo rodea. Vamos a contaros un poco más:
«Un poder tenebroso crece cada vez más, en un intento desesperado por hacerse con las esferas oscuras de poder, el Parno de Greipox avanza sin remedio y los Holders, la vieja orden de magos que salvaguarda la paz de Árzen, debe hacerles frente como sea. Por azar o no del destino, en un humilde pueblo, los Holders prueban a nuevos y posibles aspirante a Cadetes Holders. Un joven de apenas 11 años junto a sus amigos, hijo de un gran guerrero y explorador, es el arma oculta del destino de un mundo en declive y su potencial es descubierto por la orden tras unas pruebas en su pueblo natal de Astaf. Junto a su querida e inseparable amiga Élora y el pobre Kump, Andurean Lerod se sumerjerá en un viaje de aprendizaje para convertirse algún día en un Cadete Holder y hacer frente a un guerra que se avecina entre el bien y el mal. El destino y la madre de Kump, separarán sus caminos y todo cambiará para siempre.
Diferentes razas y poderes conviven en un mundo en paz, pero el Parno de Greipox no está dispuesto a que lo pasado hace quinientos años, siga perdurando en el tiempo. Los jóvenes aspirantes y sus mentores viajarán al país del bestias para pedir ayuda a su reina la Encantadora de bestias, que da nombre a este primer volumen.»
Este mini resumen, puede sonar típico, pero no es así. El escritor nos lanza la primera bomba nada más empezar, con un prólogo, tan necesario en otras historias fantásticas, como esclarecedor. Quinientos años antes, todo tiene un por qué y esto nos ayuda a comprender e introducirnos en Árzen sin paracaídas. Los rasgos que rondan la historia nos pueden llevar a la tierra media, pero aquí la base fundamental no es la destrucción de un anillo sino las Esferas de poder. Yo sinceramente, a las pocas páginas, ya quería ser un Holder y liarla parda con las gemas. Por otra parte, Pablo consigue algo nuevo con el protagonista de esta historia y es que en un principio nos caerá gordo por su vanidad, prepotencia y poca educación, todo lo contrario de su amiga, sensata y lista.
La amistad, como siempre, juega un papel primordial en la historia y la perdida de ella por parte de Kump y la nueva conocida en el viaje por Jonu, marcará este libro de principio a fin. Siendo el peor de los destinos para los jóvenes y aspirantes a Holders. Junto a este detalle, el autor juega con varias historias paralelas, entre el joven Andur y su querido padre Samel y que son esenciales para disfrutar de un ritmo trepidante y que pone la guinda con una batalla final que hace que se te acelere el pulso sin remedio.
Tranquilos, no os he destripado el libro, ya me conocéis, no soy de esos. Además, el autor amenaza con al menos, ocho volúmenes más y para mí, como no se de prisa, me voy a tener que pasar por Alcorcón a hacerle una visita «no amistosa». Así me desquito con él, ya que ir hasta Winsconsin a visitar a Rothfuss lo veo un poco complicado.
En resumidas cuentas. Árzen es una joya del entretenimiento fantástico y con pinceladas de magia en ciertas frases que te hacen reflexionar sobre la vida en general y la maldad que nos rodea. Gracias amigo, por devolverme de nuevo las ganas de leer este género y enhorabuena por un libro tan necesario en estos días en los que el mundo pide la magia por cada rincón de su existencia.
Mi valoración es de un 8 sobre 10.
Óscar Lamela Méndez.