Reseña de «Origen» de Dan Brown
Hasta aquí llegué. Después de cinco libros, creo que ya es suficiente. Me da rabia, porque hay gente que tiene mucho talento y el problema principal es no tener un «nombre». Todos sabemos quién es Dan Brown y su adalid Robert Langdon, sin embargo este tándem hace mucho que no funciona, mi opinión personal me lleva a quedarme solo con los dos primeros libros de esta saga del profesor del reloj de Mickey.
Creo que es hora de seguir por otro camino, o al menos a mí, ya no me va a vender la moto con esta fórmula. Los cinco libros son calcados en estructura: Un asesinato, un misterio, Langdon y una fiel escudera para resolver el enigma de un loco. Todos los libros empiezan con un ritmo trepidante y solo los dos primeros aguantan hasta el final. El resto, son como este último del que hoy hablo…se diluyen hasta la última página y con un cierre aburrido y sin originalidad alguna.
Lo vi en las redes por activa y por pasiva a gente que lo había leído, pero siempre me gusta tener mi propia opinión. No voy a negar que aburrirme no me he aburrido en sí. Esa técnica la tiene bien estudiada Brown y sabe como agilizar la lectura y meter muy bien las partes históricas y culturales de la trama. Aprendes, no voy a negarlo y si la historia transcurre en España, pues quieras o no le da cierto toque especial.
La sipnosis es muy sencilla: Un famosísimo futurólogo, millonario, científico y ateo acérrimo, anuncia al mundo que ha dado con la clave de las dos de las preguntas claves de la humanidad: ¿De dónde venimos? y ¿A dónde vamos?. Como no y siempre en su lucha interna contra la iglesia, el autor nos pica para poner en el foco al cristianismo y así desatar los confabulismos y especulaciones de una trama lineal.
Este filántropo, amigo de Langdon es asesinado antes de dar a conocer dicho misterio y a lo largo de tres ciudades españolas, Bilbao, Madrid y Barcelona, Browm hila una historia con una monarquía ficticia de por medio, la iglesia y religiones del mundo, bajo la sombra alargada de uno de los mayores genios del país con piel de toro: Antoni Gaudí. Esa es la única parte que para mí, como aficionado y amante de la arquitectura en su forma más sencilla, me ha gustado del libro. En resumidas cuentas, debo volver a Barcelona, sí o sí.
Los personajes son sencillos, directos y con alguna sorpresa de última hora, pero nada destacable. De hecho, el final de la novela para mí es inconcluso y soso. En contenido, no está mal, no se hace largo y pesado por la forma que tiene el autor de escribir. En conclusión, no creo que hagan película de esta novela, al igual que pasó con El símbolo perdido, aunque de esta última creo haber leído que iban a hacer una serie.
La idea está clara. Dan Brown no escribe para entretener a lectores, sino para hacer películas, porque eso es lo que son sus libros desde hace muchos años. Como os dije al principio, o jubila a Robert Langdon o a mí no me engaña más a la hora de comprar sus libros.
Mi puntuación es de un 6,5 sobre 10.