Reseña de «El guardián invisible» de Dolores Redondo
Voy a ser sincero con vosotros. Hace casi dos años que tengo en mi poder la trilogía de Baztán, es más, me he llegado a leer antes la novela con la que esta increíble autora, ganó el Premio Planeta de 2016 «Todo esto te daré». Cómo en otras ocasiones, el error ha sido considerable.
No soy muy asiduo a las trilogías. Solo si se enfrascan en ellas mis adorados King y Follet. Las sagas, se las dejo a la diosa vampírica, Ann Rice. Sin embargo, he de reconocer, que con tan solo la lectura de esta primera parte, la autora donostiarra me ha cautivado.
Dame un asesino en serie, una forma muy particular de matar y un enclave misterioso, sórdido y oscuro, y me tienes a tus pies para el resto de mi existencia…será por eso que mis historias son más negras que la copa que preside ante mí y mi teclado, este pequeño desvarío.
Dolores Redondo nos propone una trama muy particular y después de ver la película, inmediatamente después de leer esta primera parte, me ha dejado pequeños sabores en los labios del más puro estilo «Seven».
Por otra parte, y dejando una rápida crítica cinéfila. Creo que el director de esta adaptación ha sido bastante fiel al libro, pero por desgracia, se dejó algún que otro personaje, muy atractivo y necesario para la resolución del caso.
Vamos con la sipnosis particular:
Amaia Salazar, inspectora. Original de Elizondo, Navarra. Reside en Pamplona, casada con un artista inglés y dotada de un carácter fuerte, la hacen muy valiosa en el cuerpo y un problema para ciertos compañeros con menos preparación que ella, debido a su poderosa inteligencia.
Una chica aparece muerta a la vera de río en el Baztán. Por desgracia para la protagonista, en su pueblo natal. Los fantasma de su pasado, volverán como la famosa piedra que persiguió a Indiana Jones, dispuesta a pisarla, sobre todo por su querida hermana mayor.
Poco a poco, Dolores Redondo, nos va metiendo en la vida personal de esta inspectora y mezclando su pasado con el caso y todos los detonantes que surgen, conforme avanza la investigación. Un asesino en serie, perturba la tranquilidad de la zona. Para colmo, nos introduce en el penetrante mundo del misterio, leyendas y tradiciones de la región. El toque final para adornar una historia genial.
Detalles del crimen, relacionados con el negocio de su familia. Una pastelería muy famosa en la zona y dirigida por su hermana mayor. Con ello, la autora juega durante toda la trama con nosotros, aunque en mi caso particular, debo confesaros que un «iluminado», me reveló a identidad del asesino cuando la película se estrenó allá por el 2017. Simple y llanamente por las declaraciones de una actriz del reparto. Aún así, compré la trilogía y leí y vi la película, sin reparo alguno.
¿La he disfrutado? Mucho ¿La ambientación? Sublime ¿La trama? Dura, sobre todo, la infancia de la protagonista, que me ha rasgado el alma en ciertos capítulos reveladores. La autora dosnostiarra ha conseguido que coja más asco a la hermana de la protagonista, que al asesino en sí. De verdad , Flora es odiosa.
A pesar de los asquerosos spolier, he disfrutado como un enano a lo largo de 427 páginas y, tras un pequeño lapsus lectivo a principios del siglo XX en plena Viena, y del que os hablaré en mí siguiente reseña, me enfrasco ahora mismo en la lectura de «Legado en los huesos», segunda parte de esta apasionante trilogía.
¿Mi recomendación? No hagáis como yo, y leedla lo más pronto posible. Merece la pena al cien por cien.
Solo os doy un último consejo, cuidado con los txantxigorri y los Basajaun…
Mi puntuación es de 8 sobre 10.
Óscar Lamela Méndez.