Reseña de «El guardián invisible» de Dolores Redondo

Voy a ser sincero con vosotros. Hace casi dos años que tengo en mi poder la trilogía de Baztán, es más, me he llegado a leer antes la novela con la que esta increíble autora, ganó el Premio Planeta de 2016 «Todo esto te daré». Cómo en otras ocasiones, el error ha sido considerable.

No soy muy asiduo a las trilogías. Solo si se enfrascan en ellas mis adorados King y Follet. Las sagas, se las dejo a la diosa vampírica, Ann Rice. Sin embargo, he de reconocer, que con tan solo la lectura de esta primera parte, la autora donostiarra me ha cautivado.

Dame un asesino en serie, una forma muy particular de matar y un enclave misterioso, sórdido y oscuro, y me tienes a tus pies para el resto de mi existencia…será por eso que mis historias son más negras que la copa que preside ante mí y mi teclado, este pequeño desvarío.

Dolores Redondo nos propone una trama muy particular y después de ver la película, inmediatamente después de leer esta primera parte, me ha dejado pequeños sabores en los labios del más puro estilo «Seven».

Por otra parte, y dejando una rápida crítica cinéfila. Creo que el director de esta adaptación ha sido bastante fiel al libro, pero por desgracia, se dejó algún que otro personaje, muy atractivo y necesario para la resolución del caso.

Vamos con la sipnosis particular:

Amaia Salazar, inspectora. Original de Elizondo, Navarra. Reside en Pamplona, casada con un artista inglés y dotada de un carácter fuerte, la hacen muy valiosa en el cuerpo y un problema para ciertos compañeros con menos preparación que ella, debido a su poderosa inteligencia.

Una chica aparece muerta a la vera de río en el Baztán. Por desgracia para la protagonista, en su pueblo natal. Los fantasma de su pasado, volverán como la famosa piedra que persiguió a Indiana Jones, dispuesta a pisarla, sobre todo por su querida hermana mayor.

Poco a poco, Dolores Redondo, nos va metiendo en la vida personal de esta inspectora y mezclando su pasado con el caso y todos los detonantes que surgen, conforme avanza la investigación. Un asesino en serie, perturba la tranquilidad de la zona. Para colmo, nos introduce en el penetrante mundo del misterio, leyendas y tradiciones de la región. El toque final para adornar una historia genial.

Detalles del crimen, relacionados con el negocio de su familia. Una pastelería muy famosa en la zona y dirigida por su hermana mayor. Con ello, la autora juega durante toda la trama con nosotros, aunque en mi caso particular, debo confesaros que un «iluminado», me reveló a identidad del asesino cuando la película se estrenó allá por el 2017. Simple y llanamente por las declaraciones de una actriz del reparto. Aún así, compré la trilogía y leí y vi la película, sin reparo alguno.

¿La he disfrutado? Mucho ¿La ambientación? Sublime ¿La trama? Dura, sobre todo, la infancia de la protagonista, que me ha rasgado el alma en ciertos capítulos reveladores. La autora dosnostiarra ha conseguido que coja más asco a la hermana de la protagonista, que al asesino en sí. De verdad , Flora es odiosa.

A pesar de los asquerosos spolier, he disfrutado como un enano a lo largo de 427 páginas y, tras un pequeño lapsus lectivo a principios del siglo XX en plena Viena, y del que os hablaré en mí siguiente reseña, me enfrasco ahora mismo en la lectura de «Legado en los huesos», segunda parte de esta apasionante trilogía.

¿Mi recomendación? No hagáis como yo, y leedla lo más pronto posible. Merece la pena al cien por cien.

Solo os doy un último consejo, cuidado con los txantxigorri y los Basajaun…

Mi puntuación es de 8 sobre 10.

Óscar Lamela Méndez.

Reseña de «Carta de una desconocida» de Stefan Zweig

Si habéis tenido la suerte de no haber pasado por ello, intentad poneros en la siguiente tesitura: Estáis enamorado/a de una persona desde vuestra más tierna infancia. La diferencia de edad es el primer obstáculo, sumad la clase social y la capacidad y facilidad de ese «vuestro amor platónico» de vivir mil romances y encima en tus narices. Tu amor es tan inmenso e inimaginablemente fuerte, que te da igual.

Esta es la base principal de una historia o para mí, personalmente, el cuento de amor más triste jamás escrito. Tan desgarradora, como apasionada. Tan triste, como hermosamente victoriana, pero situada a principios del siglo XX en Viena.

Una carta, dirigida a su amor eterno. Aquel hombre que la conoció y la borró mil veces de su mente. Una declaración absoluta de todos los sentimientos más puros y posibles, engendrados por el ser humano y su básica forma de adorar a otro congénere.

Apenas setenta páginas. No hace falta más. La justa medida de un corazón al borde de la muerte y con la única esperanza de hallar la paz eterna bajo la confesión más hermosa jamás contada. Así es «Carta de una desconocida».

Habéis leído bien, una desconocida, una mujer y aquí es dónde yo me bajo de la vida y me descubro ante la grandeza de un escritor. Un hombre con la maravillosa y difícil capacidad, de ponerse en la piel de una mujer. Desgranando la verdad absoluta de lo que significa amar a alguien y no ser sin esa persona.

Hoy en día, esto puede sonar a retrógrado, antiguo y algunos, lo catalogarían de un «oculto» manifiesto machista. Para mí, es simple y llanamente, una obra de arte.

Algunos ya sabréis que, en mi cuarta novela, mi protagonista será una mujer… A pesar de que en las anteriores, ellas fueran las verdaderas almas de mis historias. Con esta lectura, mis sentimientos han entrado en un fortísimo conflicto. Por una parte, Zweig me demuestra que es posible ponerse en la piel de una mujer; por otra parte, el listón está muy alto y después de haberme quedado en shock varios días después de esta lectura, creo que el reto es muy complicado. Sin embargo, no soy de los que se rinden tan fácilmente.

Gracias de todo corazón a mi compañera de trabajo, Gloria, por acercarme a este talentoso escritor Alemán. La experiencia ha sido brutal, reveladora y enriquecedora al cien por cien.

Mi puntuación es de 10 sobre 10.

Reseña de «Las almas de Brandon» de César Brandon Ndjocu

Cinco días. eso es exactamente lo que me ha durado la vertiginosa lectura de este libro lleno de una poesía libre y una forma muy particular de bailar entre las palabras de César Brandon. Que como ya sabéis, tuvo la osadía de presentarse a un programa de talentos de la tele y ganarlo, no solo a través de la literatura, sino para más inri, con el tan maltratado género de la poesía. Al que particularmente, debo decir que me ha enganchado mi querido amigo Juan Manuel León Luzón.

Brandon fue capaz de enamorar a un país con tan solo tres minutos y nos brindó la posibilidad a muchos de seguir confiando en que los sueños se obtienen si eres valiente. Su poesía no es convencional, por ello me gusta tanto. No deja de lado ningún tema de actualidad y mezcla, tanto experiencias personales, como la hermosa capacidad de ponerse en la piel de una mujer y abrir su corazón en una curiosa dualidad sexual. Sacando ese lado femenino que todo hombre posee y le da miedo expresar.

Una pizca de magia, aderezada a veces con parónimos y uno pequeños juegos de palabras, pueden decir mucho. Admito que también dan pie a una posible confusión por parte del lector si no estás metido de cabeza en la historia, pero en mi humilde caso, me ha hecho disfrutar de una forma sana de la envidia de la capacidad de este malabeño, el cual tuve el placer de conocer en la pasada Feria del libro de Madrid y dónde le dedicó el libro a nuestra pequeña Rubita.

Lo que visteis en la televisión, es lo que es. Un hombre humilde, con unos ojos que mostraban tanta gratitud por todos los que nos arremolinamos alrededor de la caseta donde firmaba su obra, con timidez . Todo lo contrario a su desafío literario.

Este libro se compone de ciento un almas. Ciento una formas diferentes de mostrarnos al ser humano en todos sus aspectos: amor, miedo, odio, valor, esperanza, rebeldía, negación y aprendizaje.

Particularmente, me quedo con las almas 95 y 98. Una historia en dos partes, que nos adentra en el mundo de la homofobia. Dura y tristemente cierta.

En pocas palabras, un libro digno del premio que ganó en su día en tan solo unos minutos .

Felicidades César Brandon. Aquí tienes a un seguidor.

Mi puntuación es de 8 sobre 10.

Reseña de «La desaparición de Stephanie Mailer» de Joël Dicker

Lo siento, sé que a algunos de vosotros no os ha convencido esta novela, pero para mí, Joël Dicker ha vuelto a burlarse de mí. Sí, eso que yo intento con vosotros cuando cometéis la locura de leer mis historias.

Este Suizo, de porte altanero y sonrisa encantadora, no es solo una cara guapa, es un escritor a tener en cuenta desde hace mucho tiempo. Hace poco vi la serie basada en su exitosa novela «La verdad sobre el caso Harry Quebert» y he de confesaros que la disfruté tanto como la novela, que para mí, está en mi Top Ten sin duda alguna de las historias de este género.

A veces los escritores quieren ser demasiado enrevesados y tratan por todos los medios de que los lectores no les pillen hasta casi el final del libro; unos la cagan estrepitosamente, Dicker nada en estas aguas como si fuera el mismo Neptuno, así de claro.

En esta, si no me equivoco, su cuarta novela, ha utilizado un recurso muy típico y es aquel que nos presenta una cantidad de personajes por separados y con sus propias historias personales, pero que terminan uniéndose bajo una trama muy elaborada y llena de todos los condimentos necesarios, para que no se te olvide: ningún nombre, localización y sobre todo, la historia de cada uno de ellos.

Vamos con una pequeña y particular sipnosis, ya me conocéis. Viajamos sin descanso de 1994 a 2014 y viceversa. Todo ello, alrededor de un cuádruple asesinato del pasado en un pequeño pueblo de Estados Unidos y que dos policías creyeron resolver. Jesse y Derek; el primero, apunto de jubilarse, se cruzan con una joven y ambiciosa periodista Stephanie Mailer, que les confiesa haber descubierto al verdadero asesino de ese caso del pasado y por el cuál, quiere escribir una novela. Cuando van a reunirse con ella, esta desaparece y eso, por desgracia, les confirma que pudieron equivocarse al acusar a otra persona de la muerte del Alcalde del pueblo, su mujer, su hija y una mujer que casualmente pasaba por la casa de la familia haciendo deporte. Personaje con el que empieza la novela.

A partir de aquí, Dicker despliega su magia y nos mete en el mundo de un sin fin de personajes, todos muy marcados, bien definidos e imposibles de olvidar y con un nexo de unión entre todos ellos y que a mí , en especial, me ha encantado: Casi todos ellos, quieren, sueñan o aspiran a ser escritores. Yo personalmente, me quedo con uno de ellos, con el loco de Harvey…ya me entenderéis.

Puede ser, si habéis seguido la carrera de este autor, que os parezca un poco repetitivo el hecho de basar sus historias alrededor de un escritor o la literatura en sí. Eso ya es cuestión de gustos. Creo que es un tópico muy típico entre los que escribimos, pero lo veo algo muy necesario y un recurso muy valioso si se trata con originalidad y valentía. Para mí Dicker es un alma arriesgada…soy PRODICKER.

En fin, las historias de este escritor jamás pasarán desapercibidas para mí y prometo que algún día le pillaré y cazaré a su asesino, como vosotros intentáis funestamente hacer con los míos (ahora pegaría un icono con la lengua fuera).

No dejéis pasar la ocasión de leer este tocho de 647 páginas. Lo vais a disfrutar mucho. Yo se la conté por encima a mi hija y le encantó tanto la historia, que se ha llevado uno de sus libros para leerlos, en concreto el de Harry Quebert.

Gracias Joël Dicker por hacerme disfrutar leyéndote.

Mi valoración es de 9 sobre 10.

Óscar Lamela Méndez.

¿Me quedo sin vosotras….?

Se ríen de vosotras, os utilizan irremediablemente. Su estupidez es tal, que viven sobre el convencimiento absoluto de proclamar vuestra inutilidad para ser algo en el mundo. Algunos se sienten ricos ante el velo de su ignorancia y os tratan como burdas herramientas para afrontar cada día y pasar sobre él de puntillas.

Curiosamente, uno se convierte en un mero observador y sin querer, se convierte en la luz que alumbra el camino de su obtusa podredumbre mental. ¿Es la envidia la que oculta tras sus burlas la incapacidad de sus corazones a reconocer la verdad que mueve el mundo?

Sois la paz y la guerra en cada uno de los rincones de este planeta y seguramente, en el resto del universo. Imaginarse una vida sin vosotras, para mí, es un pánico atroz. Pensar en vuestra elegancia y vuestra capacidad para unir corazones de diferentes latidos y latitudes, hace que se estremezca cada poro de mi piel.

Desde que tengo uso de razón, sois las que arropáis mis sueños en un continuo vaivén de posibilidades y para mi “bendita” desgracia, las que me desveláis y me mostráis el camino de la verdad en cada una de vuestras “caída de ojos”.

Si, os amo. Jamás dejaré de ser un infiel, un burdo pecaminoso, ladrón de mundos, asesino de estructuras y un incipiente caníbal del conocimiento que me dais como una droga imperecedera.

Quién no comparta, acompañe, comprenda o imite mis ganas y amor por vosotras, que se baje del tren y vea mi rostro perderse tras la niebla de sus pesares, pues yo sé que jamás caminaré solo por el valle de la muerte si vosotras me acompañáis.

El refugio de muchos se oculta tras la hipocresía, la soberbia y la magnitud desorbitada de una mente tan plana como los límites del mar en la época de Aristóteles. Sinceramente, si lleno mis bolsillos con vuestro conocimiento, jamás pasaré hambre.

No sé si tengo esa famosa facilidad para utilizaros y ser llamado por otros como el loco perdedor de segundos. Solo sé que cada noche me acuesto sabiendo menos y aprendiendo más de vuestra infinita sabiduría y con ello, soy feliz. Sí, soy feliz y lo seguiré siendo.

Perdonad mi osadía y utilizaros a estas horas sin vuestro permiso, pero os necesitaba para encontrar el camino hasta mi almohada y quizás, solo quizás, remover la conciencia de algún alumbrado y algún que otro corazón al que tanto amo.

Gracias 408.

Óscar Lamela Méndez.

Reseña de «Ponte en la fila» de Juan Manuel León Luzón

Ahora que nadie nos ve, ni nos lee, voy a abrirte mi corazón. Sí, ese que tú pluma y tu decidistéis reventar de par en par, hace poco menos de una semana, con el baile de sentimientos que habéis provocado en cada estrofa de amor. Porque este libro es amor, en la extensión más amplia de su significado.

Me has dado la posibilidad de comprar un pasaje en este tren de letras, letras que han conformado un camino de raíles por tu vida. Con un equipaje lleno de recuerdos, buenos y malos, pero todos con un mismo destino y un solo objetivo, hacerte crecer como persona y poeta.

Personalmente, considero que este poemario que has mezclado con una prosa directa y sincera, es la culminación de un sueño que ya no es eso como tal. Has llegado para quedarte durante muchos años, porque el ser humano en sí no se caracteriza por su «habilidad» para mostrar sus sentimientos al mundo y tú tienes la facilidad de hacernos participe no solo de tus trozos de felicidad, tristeza, debilidades o temores, sino que con ello consigues mostrarnos ese camino de baldosas amarillas que todos tenemos delante y que nos empeñamos en llenarlo de socabones con mentiras, miedos, rencores y odios.

Tú, Juanma, mi querido POETA, has hecho de tu mundo, de tu «Ponte en la fila» el mundo de todos. Nos has enseñado la facilidad de encontrar las pequeñas cosas que a todos nos pueden, nos deben hacer felices sin perder el tiempo en el «Qué dirán». La sencillez de una mirada sincera, de una mano tendida sin otro motivo que el de ayudar al prójimo, la empatía y el agradecimiento infinito que todos le debemos a la gente que nos quiere o nos ha querido alguna vez, porque este libro no habla de rencores, sino de avances. De que siempre hay un nuevo amanecer entre los rincones más oscuros de tu corazón y que la magia del amor lo puede y lo podrá todo siempre.

No dejas atrás la denuncia social, tan comprometido como siempre y el amor que le tienes a la esperanza de un mundo que día a día se hunde más en su mierda. Tus versos lo sacan a flote y yo, a pesar de mi humilde, colaboración en este libro, que es una mera anécdota y rodeado de tu amor y nuestros amigos escritores, me has enseñado que la poesía es la raíz que emerge en cada brote de amor de este mundo y la necesidad de seguir luchando por ella con todo y por todo.

Por supuesto, tengo mis preferencias en poemas y prosas de este libro y me los quedaré para mí. Los compartiré solo con el autor, porque tengo la suerte de conocerle y ser su amigo. Solo os digo que más de uno de ellos me han hecho llorar, vibrar y quedarme sin palabras.

Gracias por tu poemario, gracias por tu arte, gracias por darme la oportunidad de sacar mis más negros sentimientos en ese relato que me pediste y servirme de terapia para mi dolido corazón.

Mi más sincera enhorabuena.

Mi puntuación es de 10 sobre 10.

Exposición de Auschwitz en Madrid

Hace casi un mes de aquello. He imaginado mil maneras de empezar este escrito y sinceramente, nada de lo que me venía a la cabeza me valía, ni siquiera esto. El mero hecho de pensar en ello, me transportaba a la primera sensación que recorrió mi cuerpo y el cómo mi corazón se arrugó imitando a una pasa, con solo contemplar el objeto que nos recibía a la entrada, la réplica de uno de aquellos vagones. Llamadlo sugestión, sensibilidad o de la manera que creáis conveniente, pero mi «puta» imaginación rememoró los posibles gritos, llantos, miedos y desesperación de unas seres humanos que no sabían a dónde iban. Apilados como simple mercancía.

Por desgracia, el holocausto Nazi es y será, una de las mayores «atracciones» para el hombre y la mujer de este, y futuros siglos. Auschwitz es el claro ejemplo de aquella barbarie y de como somos capaces de lo mejor y de lo peor. Esta exposición va camino del año en Madrid y a pesar de haber escrito sobre los Nazis en mi primera novela, atraído por todo lo que genera la maldad humana, simplemente para intentar comprenderla, mi subconsciente trataba de hacerme olvidar este evento.

Aprovechando la visita de mis suegros, decidimos visitarla y, el que yo creía que era, un gran concepto o conocimiento del peor capítulo escrito por el ser humano, me hizo ver que nunca comprenderemos la magnitud de lo sucedido hace casi ochenta años. Mil historias desgarradoras, a cuál más impactante o sórdida; entre textos, vídeos e imágenes de los prisioneros y testigos de aquella locura, sientes que tu propio cerebro crea una coraza donde refugiar tu inocencia y hacerte creer que aquello no pasó. Sin embargo, tras ver esta imagen, una simple hoja escrita, el alma se te cae a los pies y tu cabeza empieza a dar vueltas como en una noria a doscientos kilómetros por hora. Una hoja, escrita a máquina, donde se calculó a groso modo los judíos residentes en la vieja Europa y que debían ser eliminados de la faz de la tierra…..espeluznante.

Como bien rezaba en la entrada: «NO HACE MUCHO. NO MUY LEJOS». Pasarán mil años y esto no se olvidará jamás, que así sea, pues quizá el ejemplo sirva de algo a más de un líder mundial para pensar mejor las cosas antes de actuar con la puta hombría Freudiana por bandera.

El lugar elegido para la exposición es sin duda el más acertado. Han sabido captar la esencia principal de una memoria histórica pétrea, con el halo justo y comedido del respeto por las víctimas y sus familiares, trasladando al visitante toda esa emoción contenida, en la que más de uno no podía evitar que sus lágrimas brotaran con los testimonios e imágenes mostradas. Una imagen, vale más que mil palabras:

  

Pero las palabras arañan el corazón de una forma distinta. Profundizan sin remedio en el alma, destrozando a su paso todos los escudos que protegen a nuestro «niño interior». Cada palabra de las siguientes imágenes me hicieron temblar, no por mí, sino por el imaginar lo que hubiera sido de mi familia si, desgraciadamente, hubiéramos vivido esa época.

Estar con mis hijas en aquel lugar, tampoco ayudó mucho. Naya corría sin cesar por todas las estancias, bañada por su inocencia y ajena a todo la historia trágica que le rodeaba, sin embargo Nerea estaba sumida en ese silencio que a todos nos embargada y sus ojos mostraban el asombrado y el desconsuelo por todas esas familias demacradas. Para colmo, dentro de mi afán por inculcarle los valores de la historia, me dejé llevar por lo poco que sabía, sobre todo de aquel monstruo llamado Joseph Mengele: El ángel de la muerte. Ver aquella canilla metálica durante la exposición, paralizó mis cuerdas vocales por un instante y el objetivo de mi cámara temblaba conmigo.

Por desgracia, no solo existió aquel laboratorio de experimentación humana como ya sabéis, las siguientes fotos, recogen las marcas de balas que traspasaron infinidad de sueños sobre un muero de acero, máquinas y salas que asfixiaron a almas desnudas, desnutridas y muertas de miedo. Formas impensables e inimaginables hoy en día de acabar con una persona, como simple ganado infectado. ¿Cómo se puede mirar a los ojos a alguien que vas a quitarle la vida y poder dormir, comer y jugar con tus hijos como si nada la día siguiente? Dios, se me eriza hasta las pestañas solo de imaginarlo.

Podría llevarme horas intentando describir cada una de las imágenes recogidas por el extasiado objetivo de mi cámara, y nunca estaría a la altura de las circunstancias. Miles de veces, en infinidad de películas, hemos visto los barracones, las literas, los ropajes, las maletas de esa pobre gente que no sabía que viajaba a visitar a la parca. Muchas veces hemos sentido lo que es llorar por dentro, el sentimiento de empatía en el que te envuelve esta exposición, es solo comparable al fallecimiento de un ser querido, pues te sientes parte de esas familias.

A continuación, y para todos aquellos que no puedan tener la oportunidad de pasarse por el centro de exposiciones de Arte del Canal, os adjunto estos escritos recogidos en tablillas, durante la visita. Algunos hielan la sangre y te hacen apreciar el horror y la desolación de un mundo en guerra.

      

Si decides ir, has caso de las recomendaciones de la página de información y prepárate para sobrecogerte como mínimo durante dos horas con la ocupación Alemana sobre media Europa y en concreto, la masacre de Auschwitz.

Como dato adicional, deciros que podéis hacer fotos, sin flash y sin problema alguno, la iluminación es perfecta para ello. Si sois muy sensibles, os aseguro que lo pasaréis mal. Estos eventos no se disfrutan, pero si te llenan el alma de humanidad y te hacen una cura especial por dentro. Te ayudan a conectar con todo esto que estamos olvidando con las nuevas tecnologías y las redes sociales, que el contacto piel con piel no tiene paragón y los sentimientos es el amor es lo único que debe inundar el mundo de una guerra infinita…..la guerra de la paz.

Mi valoración personal es de un 10 sobre 10.

Óscar Lamela Méndez.

 

Crónica de la presentación a dúo con Miguel Ángel Sevillano de «De mi puño y letra» y «Llamada de sangre»

Siempre hay una primera vez para todo, pero si ello te lleva a estrenarte con una persona como mi querido amigo Miguel Ángel, pues mejor que mejor. No os voy a engañar, mis esperanzas sobre esta bonita idea eran nulas. Por hache o por be, sobre todo por la falta de tiempo, particularmente no le dí la publicidad necesaria a este evento literario como era debido. Sin embargo, la vida está llena de sorpresas.

Caras nuevas, otras de toda la vida, que no veía desde hace tiempo y deseaba ver, y por supuesto, ausencias que dolieron mucho. Nunca llueve a gusto de nadie. Aun así y con la insistencia de Miguel Ángel en el que levantara el ánimo, sacamos una presentación de lo más digna, según palabras textuales de los presentes: «Amena y divertida». Porque sí, la literatura no es aburrida amigos, y si juntas a un hombre de la calidad humana y literaria como la de mi compañero, con este loco psicópata de la sangre, con más vera.

                                                            

Tras los rigurosos cinco minutos de cortesía y los nervios escondidos en los bolsillos, a pesar de llevar un buen puñado de presentaciones a las espaldas, nos dispusimos a darla caña a los presentes y ahogarlos con nuestras obras.

El evento fue presentado por dos de las personas que más admiro y quiero en este mundo que mi loca cabeza me dio a descubrir allá por el 2013, el año que nació «Llamada de sangre». Mi editor Guillermo de los Mozos que arrancó el evento hablando de su sueño, su editorial http://www.diversidadliteraria.com y todo lo que llevan luchando por la literatura independiente de este país, pero sobre todo por todos aquellos autores desconocidos que buscan, simple y llanamente, ver cumplidos ese anhelo de tener su obra entre sus manos hecha papel, como me pasó a mi hace unos años. Desde aquí, de nuevo, quiero aprovechar para dar las gracias a Guillermo por lo que hace, por el amor a la letras. A pesar de ir contra viento y marea.

Una vez cerrados los aplausos espontáneos del público, la otra persona de la que os hablaba, dio paso a los autores. Sandra Gómez Moreno, para mí, sin lugar a dudas, la mejor reseñadora de libros de este país. Si creéis que soy un exagerado, aquí os dejo el link de su blog y la capacidad que tiene de desmenuzar una obra literaria desde la primera, hasta la última hoja con un rigor y exquisitez absolutos: http://larevoluciondeloslibros.blogspot.com/ . Con su gran sonrisa, seguridad y esos ojazos azules, nos brindó la oportunidad de conocer y entender, con una pequeña avanzadilla; la obra, la sensibilidad y la magia que contiene Miguel Ángel Sevillano en sus poemas y reflexiones.

El autor de Sigüenza, seguro y bañado por esa calma que transmite con sus ojos claros y su voz, nos deleito con la historia, origen y sensibilidad empática que desborda las cuatro esquinas de «De mi puño y letra» y para rematar, brindó al público con una sorpresa, qué fue un «marrón» para nosotros de leer, las cuatro almas que estaban sobre el escenario, tres obras de su libro y un último inédito que leyó el propio autor.

Guillermo de los Mozos empezó con un poema triste: «Ventanas frente a un muro», le siguió Sandra Gómez con un poema de amor titulado «¿Cómo describirte?» y yo me atreví a leer un pequeño relato erótico, el único de la obra cuyo nombre es «Escultura de arena». El cuál, debo decir que aumentó la temperatura de la sala, no por su contenido, sino por lo mal que empecé a leerlo, por los nervios y por el nudo que llevaba arrastrando en el corazón desde hacía semanas, pero eso es otra historia. Miguel Ángel cerró el recital con una reflexión nueva, publicada hace un tiempo en Facebook, si no recuerdo mal y tan necesaria en esta sociedad: la empatía y con un título muy original «Tras mis sandalias de verano». El caso es que los cuatro, entre aplausos, salimos airosos y conseguimos atrapar al público de una manera u otra. Es fácil con la palabra escrita de mi compañero.

  

Finalmente, Sandra cogió de nuevo el timón del evento y contó brevemente en una sipnosis muy particular y acertada, los pormenores y avatares de los que está salpimentada mi novela negra «Llamada de sangre». Ante tales palabras, yo tomé la decisión de no hablar de la novela en sí, y dedicarme a presentarme como «Contador de historias» y como ellas me llevaron a conocer a estas tres grandísimas personas. Es evidente, y los que me conocéis lo sabéis, que no podía faltar mis toques de humor y mis ganas de que la gente pensara que no estoy bien de la cabeza….creo que las risas de más de uno, corroboraron ese hecho. Insistí tanto en una película para mi novela, que me gané las burlas y las coñas de mis compañeros. Fui muy divertido.

     

El ambiente era propicio para ello e incluso para la denuncia, en la que inevitablemente me emocioné, sin querer, y utilizando mi corazón para mostrar al mundo la barbarie vivida en las últimas horas por la indeseable «violencia de género». ¡¡BASTA YA!! desde aquí pido la pena capital para estos seres cobardes que no tienen calificativo humano posible y en todo caso, que se acaben las putas penas revisables. La mujer es el tesoro más bonito que tiene esta cochambrosa especie y son tan sagradas como cualquier mierda de Dios y religión.

Perdón por este acto de rebeldía y reivindicación. Las emoción del otro día ahogó mi voz de pena y no me dejó expresar la rabia que contenía por dentro mi «lobo negro».

Para finalizar, cerramos la presentación con el turno de los ruegos y preguntas. El momento en el que particularmente me siento cómodo, en demasía. Un momento en el que en realidad le pasas la patata caliente la público y sus propios nervios no les dejan actuar, pero siempre hay un alma valiente que se anima y arrastra a las demás. En ellas, la reflexión, los consejos de escritura y la forma de trabajar de mi amigo Miguel Ángel y yo, salieron a relucir, muy distintas, ya que él escribe poesía y reflexiones y yo novela negra.

La hora se nos venía encima, con lo a gusto que estábamos. Aún quedaban la firma de libros y el pequeño catering de agradecimiento a los asistentes, así que decidimos cortar por lo sano y disfrutar del momento más especial de la tarde/noche. Mano a mano, mi amigo y yo nos enzarzamos en un «duelo» de firmas del que salimos muy contentos, pues siempre da gusto hablar personalmente, aunque sea unos segundos, con nuestros lectores y aprender de ellos. No hay mayor premio para nosotros y yo, personalmente, me gusta dedicar los libros a cada uno de ellos de forma diferente.

                                         

Conclusiones: esto hay que hacerlo más, Miguel Ángel y sobre todas las cosas, vernos más a menudo con nuestros lectores.

Gracias en especial a Guillermo de los Mozos por su presencia, a Sandra por presentarnos de forma desinteresada y por supuesto a Juan Manuel León Luzón (poeta de tres pares de cojones), por participar por mi culpa de fotógrafo del evento y a Alexandra Muñoz Prieto por cubrir también el evento con su cámara.

      

No me olvido de la asociación Página en blanco, que hizo posible esta presentación en el Centro Cívico José Saramago de Leganés y al Ayuntamiento de la ciudad por su ayuda.

Mil gracias por estar con nosotros y ojalá sigamos recorriendo juntos este camino de baldosas amarillas llenas de letras.

Óscar Lamela Méndez

Reseña de «El reflejo infinito» de Carlos Arroyo Cobos

De alguna manera u otra, todos los que leemos, nos hemos dejado llevar por la magia de los libros y nos hemos creído, o más bien hemos deseado ser los protagonistas de la historia. ¿Qué pasaría si ahora mismo alguien te dijera que tu vida no es real, que eres parte de un libro? ¿Y si encima parece ser que eres un vulgar personaje secundario y no vas a destacar nunca en nada? Yo personalmente, me cabrearía muchísimo.

Pues eso es lo que le pasa al «Protagonista» de este libro escrito por Carlos Arroyo. Octavio un hombre normal y corriente, amante de la lectura, un día, mientras lee un libro, se da cuenta que poco a poco empieza a mimetizarse con el entorno oculto en las páginas y de repente, todo cambia a su alrededor. Está dentro, como Neo cuando decidió tomarse la pastilla roja en Matrix, pero por desgracia para él, no es el «Elegido».

Para colmo, revive la misma escena una y otra vez, el atraco a un banco, donde es uno de esos personajes sin gracia alguna y sin el instinto de superhéroe. Por ello, decide cambiar las tornas  como el genial Bill Murray en la magnífica película «El día de la marmota», pero los resultados son cada vez peor y aquí es dónde viene un giro en la trama descomunal y que para mí, bohemio dónde los haya y amante de Dumas, el autor me ganó por completo: No vamos al siglo XVII y al maravilloso mundo de d’Artagnan y Los tres mosqueteros, pero con un toque especial. Aquí el protagonista es el malvado cardenal Richelieu.

¿Os podéis imaginar lo que ocurre? No lo creo. Personalmente, para mí es la mejor parte del libro y la que hace ensalzar el ritmo de la lectura por la interesante relación de Octavio y el enemigo número uno de los mosqueteros. Evidentemente, tampoco os voy a destripar la historia, pero si deciros que me quedé con ganas de más, de mucho más. No sé si el autor tiene decidido sacar una segunda parte y por eso nos ha dejado con la miel en los labios. Particularmente se lo exijo. Octavio necesita un poco de chica en su vida…si es que es realmente su vida.

Esta paranoia creada por el autor entre miles de infinitas de posibilidades para el personaje principal, nos llega a despistar y sobre todo, al final de la historia en la que pasa algo que te descoloca, pero fundamental para cerrar el libro con brillantez.

Es lo malo que tiene ser escritor o contador de historias, que tenemos el pequeño defecto de creernos Dioses. Capaces de decidir en la vida de nuestros personajes, pero temerosos de aplicarlos en las nuestras.

El lenguaje de este libro es sencillo, pero muy rico en ciertos aspectos, lo que hace familiarizarte con facilidad con el personaje y su historia. Yo me lo he pasado bien y en pocas sentadas lo he terminado. Uno de esos libros que yo suelo llamar de «Desintoxicación», cortan el hilo de tu realidad, para mostrarte un plano agradable en el que transitar entre las palabras.

No me queda más, que dar la enhorabuena al autor y si me lo permite, darle un pequeño consejo: El reflejo infinito, merece un hermanito.

¿Te atreves a quedarte atrapado en este libro?

Mi puntuación es de 7 sobre 10.

Óscar Lamela Méndez

Reseña de «Árzen I La encantadora de bestias» de P.J. Llorente

Ha pasado mucho tiempo, no puedo recordar cuánto, pero si sé cual fue el último mundo que visité a través de mis ojos y del que aún espero noticias. Patrtick Rothfuss se está haciendo de rogar. El caso es que por culpa de un inquieto y estupendo ser humano de Alcorcón, hoy os voy a hablar de nuevo de un género que abandoné, y no por gusto, la fantasía.

«Árzen I La encantadora de bestias» es la obra primigenia de P.J.Llorente, uno de esos seres que tiene la capacidad de transportarnos a un mundo nuevo, en el que la magia es tan necesaria. Por desgracia, hoy día ella solo existe entre las hojas de un papel o las películas, pero al menos tenemos plumas como la de este escritor para disfrutar de un mundo diferente y lleno de los viejos conceptos del género fantástico y mezclado con maestría en una coctelera de todos los clásicos que ama el autor y algunos de los que leemos.

Este libro se compone de muchas cosas y todas ellas nos hacen recordar con añoranza viejas historias. Como bien destaca el autor en sus presentaciones, Árzen tiene pinceladas de Tolkien, Rowling o el mismísimo Toriyama. Durante más de quinientas páginas, disfrutaremos de infinidad de personajes y criaturas en un mundo creado de la nada por P. J y en el que destacan su capacidad descriptiva de los lugares más hermoso del planeta y la magia que lo rodea. Vamos a contaros un poco más:

«Un poder tenebroso crece cada vez más, en un intento desesperado por hacerse con las esferas oscuras de poder, el Parno de Greipox avanza sin remedio y los Holders, la vieja orden de magos que salvaguarda la paz de Árzen, debe hacerles frente como sea. Por azar o no del destino, en un humilde pueblo, los Holders prueban a nuevos y posibles aspirante a Cadetes Holders. Un joven de apenas 11 años junto a sus amigos, hijo de un gran guerrero y explorador, es el arma oculta del destino de un mundo en declive y su potencial es descubierto por la orden tras unas pruebas en su pueblo natal de Astaf. Junto a su querida e inseparable amiga Élora y el pobre Kump, Andurean Lerod se sumerjerá en un viaje de aprendizaje para convertirse algún día en un Cadete Holder y hacer frente a un guerra que se avecina entre el bien y el mal. El destino y la madre de Kump, separarán sus caminos y todo cambiará para siempre.

Diferentes razas y poderes conviven en un mundo en paz, pero el Parno de Greipox no está dispuesto a que lo pasado hace quinientos años, siga perdurando en el tiempo. Los jóvenes aspirantes y sus mentores viajarán al país del bestias para pedir ayuda a su reina la Encantadora de bestias, que da nombre a este primer volumen.»

Este mini resumen, puede sonar típico, pero no es así. El escritor nos lanza la primera bomba nada más empezar, con un prólogo, tan necesario en otras historias fantásticas, como esclarecedor. Quinientos años antes, todo tiene un por qué y esto nos ayuda a comprender e introducirnos en Árzen sin paracaídas. Los rasgos que rondan la historia nos pueden llevar a la tierra media, pero aquí la base fundamental no es la destrucción de un anillo sino las Esferas de poder. Yo sinceramente, a las pocas páginas, ya quería ser un Holder y liarla parda con las gemas. Por otra parte, Pablo consigue algo nuevo con el protagonista de esta historia y es que en un principio nos caerá gordo por su vanidad, prepotencia y poca educación, todo lo contrario de su amiga, sensata y lista.

La amistad, como siempre, juega un papel primordial en la historia y la perdida de ella por parte de Kump y la nueva conocida en el viaje por Jonu, marcará este libro de principio a fin. Siendo el peor de los destinos para los jóvenes y aspirantes a Holders. Junto a este detalle, el autor juega con varias historias paralelas, entre el joven Andur y su querido padre Samel y que son esenciales para disfrutar de un ritmo trepidante y que pone la guinda con una batalla final que hace que se te acelere el pulso sin remedio.

Tranquilos, no os he destripado el libro, ya me conocéis, no soy de esos. Además, el autor amenaza con al menos, ocho volúmenes más y para mí, como no se de prisa, me voy a tener que pasar por Alcorcón a hacerle una visita «no amistosa». Así me desquito con él, ya que ir hasta Winsconsin a visitar a Rothfuss lo veo un poco complicado.

En resumidas cuentas. Árzen es una joya del entretenimiento fantástico y con pinceladas de magia en ciertas frases que te hacen reflexionar sobre la vida en general y la maldad que nos rodea. Gracias amigo, por devolverme de nuevo las ganas de leer este género y enhorabuena por un libro tan necesario en estos días en los que el mundo pide la magia por cada rincón de su existencia.

Mi valoración es de un 8 sobre 10.

Óscar Lamela Méndez.