No somos nada sin los editores
La conclusión más clara sacada del día de hoy es sencilla, un escritor no es escritor si no está respaldado por unos buenos editores.
No conozco personalmente a esos magos de la escritura correcta, pero desde aquí quiero darles las gracias por transformar mi novela en algo más coherente (al menos lo leído hasta ahora).
Después de 30 páginas he aprendido más que en toda mi vida. Como he dicho miles de veces no soy escritor, solo un humilde contador de historias y sin este equipo profesional a mis espaldas «Llamada de sangre» no estaría completa.
Estoy disfrutando como un niño con zapatos nuevos con la lectura….pronto podréis hacerlo vosotros. Gracias por la espera.